Quijote en Ocaso (borrador)

Poesía Rebelde, Irreverente y Sacrílega

Se le mira a la distancia dando vuelta en la esquina,
su armadura va adolorida,
es campo bombardeado,
cráteres corroídos,
rostros oxidados y deformados en silencio.

Herido viene don Quijote,
trozos de aspas aún se hunden
castigándole la carne apenas notoria
en su tristeza errante.

Hunde reptantes sus pasos,
pareciera que le tiran con sus manos
esto que el mundo excreta.

Deja su armadura
y se desvanece en la ruidosa
y gris marea,
Sancho se ha marchado;
hace algunos meses,
dejó el cuerpo ruinoso
y carcomido de su amado Rocinante.

Otra fallida Dulcinea,
otra bandada de espejismos descollantes,
otras palabras curtidas de dulce veneno,
otro misterio homicida
que le castiga
y le deja desolado;
nunca hubo tal Dulcinea,
fue un sueño que se fue añejando,
un imaginario flotando en telas
y empolvado.

¿Luchar para qué?
¿Luchar para quién?

Yace cansado,
ya no hay sueños,
ya no hay batallas.

¿A que la lucha?

Con desprecios ocultos,
palabras disfrazadas,
palma de poros cortantes en los hombros,
halagos petrificados,
así camina,
absorto
y se confunde entre los postes
y los autos

En el borde del concreto
se encuentra arrodillado
junto a su pluma vacía y desangrada,
ya su pecho deja salir lo último de su esencia,
si te fijas bien, lo verás inmóvil
acostado en las orillas de los caños.

DalSadri 2020