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Espera

Solo espero el final,

me siento entre rocas vestidas de acero

que lentamente se encarna en el suelo,

y que a pocos oprimen el hueso y deforman la palabra.

 

Contemplo la luna,

que me pringa con su brillo,

y me doy cuenta que quizá ella nunca ha llorado.

Jinete sobre el cabello que silba en silencio,

monstruos de polvo emprenden el vuelo

y como un enemigo arremeten sobre mi templo;

la sed se arrima y se me guinda del cuello,

hasta casi llegar a ahogarme en desierto los paisajes.

Voy dejando huellas de cuervo, hondas vestidas de negro.

 

Solo espero el final,

algún día cuando el sol salga despierto,

cuando el agua crezca con plumajes de polvo de duende,

caminando, empapado de nostalgia las pisadas que se han ido,

y llevando la fe en las manos, nido de mares;

cantaré a la luna y su piel,

la que quizá nunca ha llorado.

 

Cansado de esperar

me tiendo sobre la grama,

y sobre cortinas de figuras

llega el viento y me cobija los sueños,

y aun así en silencio solo espero el final.