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La voz de las velas al lado de una
tormenta,
a cada hoja más en luto y menos corteza de
hombre,
son las piedras más raíz y mas condena.
Que dirán aquellos dioses del pasado?
Aun semillas pardas germinan en mariposas,
y vuelan en las entrañas del cielo
silbando lunas;
pobre de aquel, que en rincón de blusas
ajenas
se cubre, sin saber, que dirán aquellos
dioses del pasado?
Se me ha escondido el corazón en la mitad
del párpado,
las culebras danzan sobre trampas de
pueblos tristes,
pero cuando las ventanas viertan ríos,
será de rabia,
por esos dioses que solo miran y no hacen
nada.
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