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Lóbrego Humano
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He visto al amigo y al conocido sumergido en su ditirambo,
sujetado entre los brazos de libros prístinos
en efluvio de lo incuestionable;
porque no bruñe el brillo de la mañana,
porque no empuña el madrigal, la jácara en sus venas,
porque no la ubérrima victoria del sexo.
Te he visto negar lo cruento detrás de tus palabras foscas,
advenedizo en tu propia esencia
que ha decidido abandonarse a lo largo de su paso
Te he visto con racimos de piel oculta a cuestas
arrancándote la culpa al final del soneto de una trémula vela
en el arrabal del humano habitas
bajel hacia el vacio, cargando una afrenta,
lóbrego camino…
lóbrego anhelo…
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